Kafka en la orilla
Haruki Murakami
Maxi TusQuets
Dos historias diferentes que, poco a poco, se van entrelazando. Dos protagonistas iguales que no tienen nada que ver, van en busca de algo y ninguno sabe exactamente qué.
¡Un 9 coma algo a Murakami en imaginación! Mi pregunta para este escritor sería si lo tiene todo planeado desde el principio o si según escribe mete más y más cosas en sus historias.
Los personajes van creciendo hasta poder sacarlos de las páginas sin ninguna dificultad.
Entre Kafka, que quiere ser el chico de quince años más fuerte del mundo, y Nakata, que de pequeño sufrió un accidente que le dejo tonto, se va tejiendo esta novela que, a veces, parece perder el sentido pero que en todo momento lo conserva.
Otros personajes que han llamado mi atención… Hoshino, el que nunca hace la colada y siempre lleva camisas hawaianas. La señora Saeki, la dueña de un par de cosas importantes en esta historia; una señora de unos cincuenta años que murió a los veinte. Ôshima, siempre con un lápiz de punta afilada entre sus dedos, dicen de él que no le suele gustar la gente y que tiene un carácter un poco difícil. ;). Sakura, la chica que es demasiado amable. Y dos representaciones Abstractas de los cuales no digo los nombres para conservar un poco la intriga. Pensándolo bien, casi digo todos los personajes…
***
Tiene partes tensas, partes suaves, partes en las que tienes que guardar silencio, otra en las que sería mejor taparte los ojos, partes que, en definitiva, puedes admirar. Y partes que te gustaría, en algún momento, vivir.
También hay partes que entrarían en la categoría de ciencia ficción que bien podrían convertirse en realidad con imaginación (y algunos efectos especiales...).
-Junto al mundo que habitamos existe otro mundo paralelo. Hasta cierto punto es posible penetrar en él y regresar después sano y salvo. Si prestas la debida atención. Pero, a la que trasciendes cierto lugar, entonces ya es imposible el retorno. Pierdes el camino. Es el laberinto.
Una de las particularidades de Nakata es que puede hablar con los gatos, de ahí la portada: Dos ojos verdes que parece que te van a comer en cualquier momento (quédate un rato mirando la portada de frente). Me fascinó nada más verla.
En fin, que aunque se me hizo un poco larga a veces, Murakami tenía muchas cosas que contar y un final reservado para emocionarnos, además de muchos personajes interesantes a los que presentar.