29.12.09

Ahora la mía

Hace unos días en El susurro que surcó el espacio se anunciaba la colaboración de su dueña con el blog Donde los ojos se clavan en ti.

Ahora yo anuncio la mía.



Nuestro nombre es no es Mac. Mac es un apodo, un alias, un personaje.



Como ese personaje, y con la ayuda de otras dos chicas expertas en el tema, este blog madurará y profundizará sus conceptos.


Aunque, Donde los ojos se clavan en ti no es un blog, ni una página, es otro personaje. Y lo que se publica dentro de ese nuevo y misterioso personaje color rojo, son TEATRO: palabras... y música: "Donde mueren las palabras, nace la música".

Y como todo nuevo y misterioso personaje que aún no sabe bien su texto, sus formas de moverse, su estilo, su personalidad... no esperamos ni fama ni popularidad ni... queremos expresarnos como lo que somos, lo que sentimos, lo que vivimos.

Esperamos veros por allí.

22.12.09

Empezando...


Bien. Hace un año que intento conseguir una guitarra clásica, pues ya la tengo. Ahora solo falta un pequeño detalle… Aprender a tocarla! De momento la cosa va viento en popa, me sé la increíble cantidad de 8 notas, más o menos, y he conseguido afinarla una vez, aunque a la mañana siguiente estaba otra vez como nueva, como si no la hubiera sacado de la caja, sí sí a estrenar y SIN afinar por supuesto. (Hasta que no tienen un poco de tiempo se desafinan con mirarlas) Así que vuelta a empezar, vuelvo a afinarla, me llaman por teléfono, una hora hablando… y al traste con la afinación. ¡Quiero que sea viejaaa! O antigua como prefieras llamarlo pero que no se desafine si me alejo. Siempre queriendo llamar la atención… que guitarra más mal educada. Jum!


Pero reconozco que estoy igual de emocionada que un niño la noche de reyes. Y con aprenderme las notas ya soy feliz. Me parece algo imposible por su cantidad.

Dentro de poco empezaré en una academia y a ver qué tal.

Y cambiando de tema… si este invierno tenéis que cuidar o vais a estar con sobrinos, sobrinas, primos, primas, ahijados, ahijadas, hermanos, hermanas, hijos, hijas, hijos-hijas de la vecina, nietos o nietas pequeños y pequeñas y no sabéis qué hacer para que estén quietecitos o queréis que se separen un poco de la pantalla del televisor podéis llevarlos a visitar ESTA obra de teatro en el centro de Madrid. Lavapiés 11.
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Con actores excelentes y una puesta en escena estupenda que no solo sorprenden y hacen sonreír a enanos (que se lo digan a la que escribe). Me gustó mucho y seguramente vuelva con más peques. Ahh y es apta desde 5 años más o menos, aunque había una chinita en la fila de delante que tenía año y medio y se lo estaba pasando pipa acusando a la mala de la historia con su índice y su voz: “Mala mala”. Espero que no le bajara mucho la moral a la actriz…
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De verdad, yo creo que merece la pena ir una mañanita con ese peque inquieto y cambiar un poco de aires. En el enlace de antes esta toda la info necesaria. ¡Disfrutadla si vais!
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¡¡Y Feliz Época consumista comercial!! (Esto no quiere decir que no me encante ehh ^^)

11.12.09

¿Sólo un año? para cada alma...

¿Qué ocurre cuando una simple y fugaz frase de despedida no sirve para decir adiós?
Ocurre que el muerto regresa vivito y coleando, te da dos besos y se vuelve a ir.

¿Y quién dijo que los zombis solo salen por las noches y medio descompuestos?


Cuatro Almas viene rompiendo esquemas desde la primera página.


Titulo: Cuatro almas
Autora: Eden Maqguire
Editorial: Montena
Precio: 13.95€
Páginas: 328


1) Si lo quieres leer sin saber nada: STOP y sigue más abajo.

Cuatro adolescentes mueren, van al limbo y desde allí regresan de la mano de Hunter para descubrir la verdad sobre su muerte y así descansar en paz. Tienen un año para lograrlo.

2) ¿Quieres saber más? ¿Seguro? Pues sigue leyendo.

Darina es la novia de uno de estos chicos, Phoenix. Cuando Hunter descubre que conoce a los muertos vivientes piensa en borrarle la memoria pero ella le convence de que puede ser útil para el grupo y su tarea.

Su deber será descubrir el por qué de la muerte de su compañero Jonas, que supuestamente murió en un “accidente” de moto en el que también iba con Zoey, amiga de Darina y novia de Jonas, que desde entonces se queda en una silla de ruedas.

3) Aquí ya no hay peligro de spoiler.

Un poco de literatura paranormal-romántica-juvenil que no tiene que ver con vampiros: ¡¡Toda una novedad!!

Más que un libro parece el primer capítulo de una larga historia (digamos que eso es lo que es) que además de la historia de Jonas va desvelando la de Darina.
Fácil y rápido de leer pero que ha dejado poco rastro en mi cabeza. Ha sido uno de esos libros que te gustan mientras los lees, luego los cierras y se te olvidan. Lo recomendaría para pasar un buen rato leyendo algo ligero o para olvidarte de tus problemas.

Me gustaría leer los siguientes y saber un poco más sobre estos zombis con corto futuro.


Portadas

¡Besos! de una Shay agobiada y que no tiene tiempo para leer... snif snif

4.12.09

Aquel día de 1971

Últimamente estoy un poco ausente pero ya queda menos para que venga el Señor Tiempo Libre.
Este es el relato que mandé al Susurro que surcó el espacio para el concurso de Las hijas de las tormentas. La última parte va con música.

¡Espero que os guste!

* * *

¡Splash! Ya me he sumergido en las tenebrosas aguas. Todo es negro bajo la superficie. No veo el fondo entre las turbias corrientes. Ya no puedo respirar. Me falta el aire. Me ahogo. ¿Es esto lo que se siente?

Me siento erguida en mi cama. No puede haber sido solo un sueño.
Un rayo de luz se cuela por los agujeros que quedan en la persiana cuando no la cierro bien. Me estiro perezosamente, apoyo los dedos de los pies en el suelo y tanteo en busca de mis chanclas. Otra vez no, pienso. Extrañas fuerzas oscuras arrastran mis zapatillas todas las noches bajo mi cama. Pego un salto de la cama al suelo y me agacho. Vuelvo a tantear pero esta vez con los dedos de las manos. Bien. Ya he conseguido una. ¿Y la otra? Pego mi cara contra el suelo para ver si encuentro algo pero lo único que veo son pelotillas de polvo. En vista de que mis esfuerzos son en vano, me rindo y me calzo mi única chancla.

Clac, pam, clac, pam, clac, pam. Es el ruido de mí caminar en dirección a la cocina. Desayuno unos cereales con un vaso de Nesquik. Hoy quiero comprobar una cosa. Saber si es cierta.
La idea es ir al bosque que hay un poco más allá, justo detrás de la colina. Fuera de la vista de los humanos.

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Cuando entré en la librería me recibió una señora toda vestida de rosa. No parecía muy vieja pero ya tenía el pelo canoso. Bajé las escaleras que llevaban al interior de la pequeña tienda. Ella se quitó sus gafas y las dejó colgando de una cadenita alrededor del cuello. Nos saludamos.

- Quería mirar libros sobre antiguas legendas y sucesos inexplicables.

- Querida, estás en el lugar adecuado. Voy a buscarlos.

Desapareció tras una cortina de colores chillones en la trastienda. Mientras, me puse a ojear los libros que estaban por ahí encima, en estanterías y mesas. Cuando volvió traía con ella un montón de libros apilados. Los dejó sobre el mostrador y me dijo que los ojeara sin prisa. Así que me puse a buscar sin saber exactamente que.
Llevaba ya media hora pasando páginas cuando encontré un artículo que explicaba la aparición de 52 niñas tras unas tormentas en distintos lugares del mundo. Enseguida supe que eso era lo que buscaba. Pagué el libro y me fui de la tienda. Era bastante grande y estaba forrado de cuero azul, no parecía un libro recién publicado, en cambio sí parecía que lo hubiesen diseñado para que durara mucho tiempo. En cuanto vi un banco me senté y me puse a leerlo atentamente.

Mientras pasaba mis ojos por las letras iba desechando palabras inservibles. Hasta que llegué a una: paranormal. Reculé mis ojos por las líneas y releí la frase: Todas las niñas que han aparecido tras las tormentas tienen algún tipo de poder paranormal. La mayoría hacen cosas extrañas si se exponen mucho tiempo bajo la lluvia.

Un montón de imágenes comenzaron a aparecer en mi mente como si estuviera viendo una película con un proyector antiguo. Esas tormentas ocurrieron el año en que nací. Empecé a oír clicks y pronto me dí cuenta de que eran todas las ideas de mi cabeza, que comenzaban a encajar como si fueran un puzzle. La electricidad que a veces creo sentir no es simplemente una impresión.
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Sentada entre los árboles y descalza espero la llegada de esa lluvia que las nubes anuncian desde la madrugada. Miro mis zapatillas, un poco más allá sobre la hierba, comienzan a mojarse, oscureciéndose. Inclino la cabeza con los ojos cerrados y el agua cae sobre mi cara.
Rozo el agua y mi cuerpo se convierte en ella. Mantengo mi forma pero tan solo soy agua. Recuerdo como ha sido mi vida hasta ahora.

No puedo ahogarme. Y si quiero puedo desaparecer en la inmensidad del mar. Nada me lo impide.

Si me enfado, si no lo aguanto más, si la rabia es tan fuerte que ni me sostengo. No puedo llorar.

En mis venas no hay sangre, solo agua. Mis manos, mis labios… todo mi cuerpo esta disfrazado.
Nunca me contaron lo que yo era. Pero ya no hace falta.

Soy una hija de las tormentas.

La electricidad se funde con el agua dentro de mí. Así me sostengo. Así soy lo que soy.

Cuando miro al cielo, él me responde. Cae una gota. Dos. Tres. En seguida todo mi mundo se convierte en agua. Como yo.

Me deshago. Me deslizo. Me convierto en otro ser muy de lejos humano. Desaparezco. Crezco. Vuelvo a nacer. Me siento viva.
Cuando pasa la tempestad la tranquilidad me llena. Me quedo quieta. En silencio y dormida.

Aquel día de 1971 se repite cada vez que miro al cielo.